Durante la segunda quincena de abril se ha realizado el seguimiento de las 66 cajas nido que hemos construido e instalado dentro del programa Ecocampus Granada. Los resultados nos obtenidos nos llevan a las siguientes reflexiones:

 1. Aproximadamente un 10% de las cajas (7 cajas nido) ya no están en su ubicación. Los motivos han podido ser varios pero desgraciadamente el robo es el que más posibilidades tiene. Es algo que aunque esperable en un entorno urbano y accesible no deja de ser triste. Este hecho nos está haciendo replantearnos si hacer pública la ubicación de todas las cajas nido tal y como teníamos previsto hacer en breve. El objetivo de esa publicación es promover por un lado la implicación de la ciudadanía en el seguimiento de las nidificaciones a la vez que reivindicamos a las aves urbanas. La idea es promover la ciencia ciudadana posibilitando que muchos ojos anónimos y urbanos nos ayuden a la conservación de las aves urbanas. Estas pérdidas han sido un palo pero… tal vez sigamos con la idea tal vez utópica de que los diversos habitantes de Granada se ayuden unos a otros, tengamos o no plumas. Intentaremos buscar entornos más seguros para las cajas (lugares menos accesibles y/o propensos al hurto). 

 2. El índice de uso de nuestras cajas nido está siendo demasiado bajo según  la bibliografía y sobre todo según nuestras expectativas. Como casi siempre esto puede tener diversas lecturas. La primera es que tal vez no hayan estado el suficiente tiempo en el medio (y que los resultado vayan mejorando con los años), también puede ser que las ubicación no fueran las idóneas o por último también se puede pensar que simplemente no son necesarias. En este último caso abre una reflexión mayor y es plantearse la pregunta sobre si verdaderamente las aves de la ciudad de Granada tienen dificultad para encontrar un lugar optimo para su nidificación.

Todas estas cuestiones son importantes pues de cara al año que viene tendremos que decidir si se dejan de colocar cajas nido (considerando quelas que existen ya son suficientes), se recolocan algunas cajas nido en búsqueda de ubicaciones más optimas y/o se realiza un mayor esfuerzo en otras posibles acciones para la conservación de las poblaciones y biodiversidad de las aves urbanas.

En definitiva, seguimos buscando inquilinos para nuestras casas pero aun así, una vez más, queremos reivindicar que este proyecto no sólo persigue una finalidad de mejora ambiental también persigue una finalidad educativa y de sensibilización (hacia nuestros voluntarios/as y hacia la sociedad en general). Estos otros objetivos, para nada secundarios,  creemos los estamos cumpliendo.