Pequeños gestos hacia la Biodiversidad en el Campus

El miércoles 12 de diciembre realizamos la última sesión del año del Proyecto Biodiversidad en el Campus. Esta iniciativa de voluntariado persigue mejorar la biodiversidad de los diversos campus universitarios mediante acciones directas. En este caso acometimos varias tareas que son simples gestos, actuaciones humildes pero que esperamos que sean fructíferas. Durante esta mañana se realizo:

Plantamos varios ejemplares de aladierno (Rhamnus alaternus) y de espino negro (Rhamnus lycioides), dos especies que se suman a la larga lista de especies que hemos introducido en la inmediaciones de las charcas Ecocampus. Estamos intentando generar un espacio pequeño pero con alta biodiversidad vegetal. Cuando esta pequeña colección botánica crezca en diversidad y sobre todo los ejemplares se desarrollen un poco más tendremos una herramienta educativa y un espacio para el disfrute.
Creación de un roquedo-refugio para la fauna, especialmente para anfibios. Esta nueva estructuras se han realizado usando palet, tejas, tubos, cortezas y sobre todo con mucha roca del entorno. Están junto a la charca grande la cual con esta actuación puede considerase operativa para acoger los posibles rescates que hagamos de sapo corredor esta primavera.
Creación y colocación de comederos de aves. Se explico la necesidad de estas estructuras, posteriormente se mostraron varios modelos y se construyo uno diseñado específicamente basado en la reutilización de botellas de plástico. También se colocaron otros modelos diferentes que usan naranjas, mallas de ajos y cebollas, etc. También se crearon comederos que además de la comida clásica de semillas y frutos secos incluía manteca de cerdo. Esta sustancia sirve para aglutinar la comida y como complemento alimenticio. En general esta medida de los comederos la hemos enfocado como una medida piloto y como parte de la formación de los voluntarios/as. Si vemos que los comederos tienen demanda y funcionan nos plantearemos extender su uso.

Eso fue todo lo que dio de sí una mañana fría pero soleada de diciembre, nos sirvió además de despedida navideña. Ya estamos deseando volver a la carga el 2019 para trabajar duro por la biodiversidad y de paso perder los kilos que habremos ganado.