Llevamos ya varios años tomando el pulso al paciente, un paciente que no habla así es que para saber su estado sólo tenemos la posibilidad de hacer unas pruebas diagnosticas cada cierto tiempo. Desgraciadamente todavía no tenemos las pruebas suficientes como para poder sacar conclusiones definitivas (y es que hace falta muchas fotos para hacer una película) pero si podemos hacer algunos comentarios.
Ese paciente se llama río Darro y lo que queremos saber es si está bien conservado, como es su estado ecológico actual. Las pruebas a las que se le ha sometido es una serie de muestreos que se han hecho durante los últimos años dentro del programa Andarrios. Desgraciadamente todavía es difícil extraer unas conclusiones con validez científica. Para eso haría falta un número de muestras mucho mayor (o bien que sigamos muchos más años o que realicemos muestreos con mayor frecuencia). Aun así nos vamos a aventurar a dar unas pinceladas sobre los datos recogidos (casi) anualmente desde 2009.
En cuanto al caudal, los datos son difíciles de comparar pues aunque se han realizado siempre en primavera las fechas han variado desde el 21 de marzo al 14 de mayo. Esto sumado al hecho de que precisamente este valor es muy variable en el irregular clima Mediterráneo dificultan mucho la interpretación de los resultados. Los años de mayor caudal registrado es de 750 litros/segundo (años 2010 y 2011) y el menor de tan sólo de 132 litros/segundo (el año 2012) prácticamente igual al registrado este 2019 (135 l/sg). Una diferencias muy grandes aunque habituales en un río mediterráneo. Sería interesante vincular este dato con las precipitaciones registradas para intentar trazar paralelismos.
Los parámetros organolépticos que hemos obtenido son muy uniformes pues siempre hemos obtenido los mismos resultados el agua tiene buena apariencia, color y olor. No hemos detectado ningún problema con este sencillo sistema.
La temperatura sin embargo es un parámetro que va a variar mucho pues hemos disfrutado de temperatura del aire desde los 23ºC a los 11ºC. Estas diferencias son normales en una estación de tiempo fluctuante (primavera). La temperatura del agua, como era de esperar, ha tenido siempre una temperatura menos variable de 10 a 15ºC. Este año 2019 la temperatura era de 22º grados en el aire y 15 ºC en el agua (precisamente es la mayor temperatura del agua registrada en la serie)
Los indicadores químicos son otros parámetros que no nos ha dado información muy dispar pues hasta ahora el pH siempre está cerca del 7-6. Hasta ahora, afortunadamente, no se ha encontrado nitratos en las aguas del rio. Esto indica que no hay grandes vertidos de aguas residuales, agricultura intensiva, ganadería, etc. en la zona que recorre nuestro río. Un resultado esperado para un río que nace en el Parque Natural Sierra de Huetor y que apenas recorre unos cuantos kilómetros hasta llegar a nuestra zona de muestreo situada junto a la Abadia de Jesús del Valle.
En cuanto a parámetros biológicos el Indicador Biológico de Calidad del Agua (IBCA) el cual se basa en la presencia de ciertas especies de macroinvertebrados (principalmente insectos) que nos sirven de bioindicadores. Los primeros años (del 2009 a 2011) el IBCA indicaba que el estado era bueno y a partir 2012 los resultados indicaron que el estado era muy bueno. A partir del 2017 hasta este año hemos vuelto a clasificación del estado como «Bueno». Hay que considerar de todas formas que se cambio el cálculo de este indicador y que cada vez es un equipo diferente quien realizar este parámetro que es el más complejo de calcular.
Con respecto al bosque de ribera, hemos realizado el Índice de Calidad de la Vegetación de Ribera propuesto por el programa Andarrios obteniéndose puntuaciones de 9-13 puntos lo que significa que la ribera está bien conservada. Aunque según nuestro criterio ese bosque posee bastantes posibles mejoras en su estructura, diversidad, conectividad, continuidad, etc. Tal vez el listón marcado por este índice esta bajo o nuestras esperanzas muy altas.
Por último, en cuestión de impactos estos suelen están vinculados a un uso público intenso y poco gestionado. Este espacio periurbano es muy usado por senderistas, ciclistas, motoristas, etc. Nuestra zona de muestreo esta justo en el límite de un Parque Periurbano denominado Dehesas del Generalife.
Es preocupante los residuos dejados por los visitantes pero tal vez el impacto mayor lo hacen los motoristas que vadean el rio (aumentando la turbidez), erosionan caminos y abren algunos nuevos.
También hay que destacar que en ocasiones hay caballos pactando en el lugar siendo posible fuente de contaminación de la misma forma suelen verse algunos rebaños de cabras y ovejas (aunque por ahora en los análisis químicos no se ha detectado ninguna anomalía).
Otro de los impacto más significativos está vinculado a la perdida de patrimonio de primer nivel como es la Acequia Real de la Alhambra, molinos, Abadia del Sacromonte, etc. Algunos de estos hitos están prácticamente en ruinas, abandonados y expoliados representando una agresión a nuestro patrimonio, fuente de suciedad y generador de problemas de seguridad. Es un patrimonio dejado y olvidado por el gran público que habría que conservar y divulgar.
En definitiva el río Darro, es un importante corredor ecológico (que une el PN. Sª Huétor con el PP Dehesas del Generalife), en un estado de conservación bueno (aunque mejorable), con un gran patrimonio olvidado y con uso público que debería ser revalorizado y puesto en valor.
Por último, queremos indicar que históricamente este lugar está bajo la permanente amenazada de construcción de infraestructuras como un embalse, la construcción de una circunvalación, presión urbanística, etc.