Hace unos 2 años la Universidad de Granada nos realizó un encargo (a IDEA, gestor en ese momento de Ecocampus) teníamos que compensar las emisiones de CO2 producidos por la celebración de los Campeonatos Andaluces Universitarios. Se necesitaban plantar 150 árboles.
Nuestra propuesta a la universidad fue un proyecto de reforestación con el que queríamos crear un pequeño bosquete mediterráneo y que además se realizara de forma participativa y educativa implicando a la comunidad universitaria. Queríamos plantar árboles pero también sembrar ideas ambientales. Un proyecto educativo y participativo que dejara una huella ambiental positiva y que perdurara en el tiempo.
Otro aspecto relevante fue seleccionar un espacio cercano y relevante como es el Campus Universitario de Cartuja. Queríamos que los voluntarios/as pudieran visitar y vincularse con este nuevo espacio verde. No queríamos un espacio lejano e inaccesible queríamos un bosque que se pudiera disfrutar y ver de forma cotidiana. La visibilidad que nos da crear esta “mancha verde” en mitad del corazón de la universidad, en un lugar “de paso”, consideramos que es un valor extra para los voluntarios e incluso para el resto de la comunidad universitaria (incluido personas no hayan participado directamente en el proyecto).
Hemos realizado 3 jornadas de plantaciones (plantándose 318 ejemplares) y 5 de riego y mantenimiento participando decenas de personas. Ha sido más difícil de lo normal por la pandemia que ha dificultado y complicado los voluntariados. Pero pese a los desafíos que hemos encontrado los resultados son magníficos: tenemos una formación boscosa en crecimiento constituida por 200 plantas (más de las previstas) bien enraizadas. Con el tiempo suficiente se puede crear un bonito bosque maduro (ojo, tardará años pero es que el monte mediterráneo es de crecimiento lento).
Por último, otro de los detalles que hemos intentado fomentar es la biodiversidad, aunque nuestra parcela era pequeña hemos plantado 24 especies de plantas diferentes (incluido árboles, arbustos, aromáticas, etc.). Todas las especies son autóctonas y mediterráneas lo que hace que una vez concluido el mantenimiento inicial no necesiten más cuidados. No queríamos crear un jardín, queremos un bosque autónomo e independiente. La diversidad va a hacer además al bosque más resistente a los problemas (incendios, plagas, cambio climático, etc.). Por último, un bosque diverso es más interesante y abre la puerta a un uso recreativo y educativo futuro.




Aunque esta parcela puede considerarse que esta reforestada no quiere decir que no sea susceptible de más mejoras ambientales o que este bosque no pueda replicarse en otras zonas aledañas. Pero estas posibilidades solo están, por ahora, en nuestra lista de deseos.
Dejamos una tabla con el nombre (científico) y número de ejemplares que contamos en el último censo, por si alguien tiene curiosidad y quiere acercarse a descubrir este futuro y cercano bosque. También dejamos algunas fotos de Google Maps para facilitar su localización (también puedes simplemente pinchar aquí)
Especie | Supervivientes Septiembre 2021 |
Arbutus unedo | 1 |
Ceratonia siliqua | 1 |
Cistus alba | 1 |
Crataegus monogyna | 12 |
Lavandula sp. | 5 |
Nerium oleander | 4 |
Olea europaea silvestris | 14 |
Pinus halepensis | 4 |
Pistacia lentiscus | 5 |
Pistacia terebintus | 4 |
Quercus coccifera | 13 |
Quercus faginea | 3 |
Quercus ilex | 35 |
Retama sphaerocarpa | 21 |
Rhamnus alaternus | 4 |
Rhamnus lycioides | 3 |
Rosa Canina | 15 |
Rosmarinus officinalis | 23 |
Santolina Chamaecyparissus | 6 |
Spartium Junceum | 6 |
Tamarix gallica | 1 |
Thymus sp. | 12 |
Ulmus minor | 1 |
Viburnum tinus | 6 |
TOTAL | 200 |